sábado, 16 de mayo de 2009 en 12:40

Vientos de cambio que muchas veces se llevan nuestras alegrías y sueños y depositan en su lugar miedos y anhelo de lo que fuimos alguna vez…

Sueños, sueños que se aferran a nuestro ser, que nos permiten creer, que nos impiden crecer si solo vivimos de ellos.

Aventuras que marcan nuestro rumbo, caminos que frustran nuestro futuro, pendientes que nos hacen desistir.

Atajos sin fin, lugares oscuros y solitarios, miradas que nos hacen perder detrás de un mundo desconocido en busca de un poco de calor.

Mundo que nos atrae, que nos envuelve con su misterio a cambio de nuestro tiempo. Decididos a darlo todo, a arriesgarlo todo, talvez, por nada…

Esa nada tan nada para los demás y tan llena de todo para uno mismo. Una nada que genera esas fuerzas necesarias para poder seguir.

Seguir y seguir para quizás jamás volver y permanecer divagando detrás de esas ilusiones.

Ilusiones que iluminan nuestro ser y que el viento, desprevenido, hace correr detrás de nuevos horizontes lejanos.
Nabila García

0 comentarios

Publicar un comentario