Después de tanto arrebato del destino. Justo cuando el cansancio de luchar para que algo de esta injusta realidad cambie estaba por apoderarse de lo que queda de vos.
En ese mismo instante en que todo parece derrumbarse frente a tus ojos. Y esas ideas que parecían posibles soluciones se disuelven en el tiempo como partículas de polvo.
Y solamente quedan esas ganas incontenibles de tirar todo a la mierda y mandarse a mudar a ese lugar sin nombre que existe sólo en nuestra imaginación.
Pero ahí está, pareciera siempre haber estado. Pero es que esa estúpida ceguera material no te dejaba ver cuan cerca estabas de conseguirlo.
Y finalmente te decidís a hacer algo por vos y tomás la iniciativa como la única salida; ese típico manotazo del que se ahoga en su propia estupidez.
Pero ahora ya está, llegó el día y sabés que aunque sea de noche ya no va a oscurecer jamás. Es que te decidiste a cruzar y ahora te encontrás ahí parado,
EN LA VEREDA DEL SOL…
…y ya nada volverá a ser como antes!
